Guerra de Cuarta Generación en el campo
social
La estrategia de manipulación encubierta
en la "protesta de los indignados"
en la "protesta de los indignados"
(IAR
Noticias)
24-Mayo-2011
En la
Guerra
de Cuarta Generación se contienen las técnicas y estrategias operativas
direccionadoras de conducta colectiva que subyacen detrás de lo que
ingenuamente
se conoce como "protestas populares espontáneas", que las grandes
cadenas
mediáticas imperiales instalan como una verdad aceptada a escala global.
Por
Manuel Freytas (*)
manuelfreytas@iarnoticias.com
IAR Noticias/
manuelfreytas@iarnoticias.com
IAR Noticias/
A) La nueva
herramienta manipuladora
En
IAR Noticias siempre empezamos
la historia por el final.
Nuestro estilo contrainformativo
siempre consistió en proyectar y analizar los acontecimientos con un objetivo de
anticipación del desenlace, y sin que el árbol de la "coyuntura
periodística" (manipuladora del sistema) tape el bosque de la comprensión
general.
En plena euforia mediática de la
"revolución democrática" de los "indignados" en España señalamos que se
trataba (y más allá de la "buena intención" de sus participantes) de una nueva
estrategia de movilización masiva basamentada en un tripode convergente:
Internet, teléfonos celulares, y grandes cadenas mediáticas.
Desde su instrumentación casi orgánica en Medio Oriente y
en África con las "revueltas populares" promovidas por la CIA y
los servicios aliados, la Internet y los celulares fueron la
clave de estas movilizaciones cuyos contenidos y objetivos sólo los conocen sus
instigadores ocultos.
O sea los beneficiarios
encubiertos (servicios de inteligencia y grupos del poder) que los inducen a
través de operaciones de acción psicológica principalmente en las
"redes sociales". Y que luego se convierten en masivos a través de la
difusión a escala global (en vivo y en directo) por las grandes cadenas
mediáticas internacionales.
B) La variante española
En realidad, la llamada "protesta
de los indignados" en España, es una actualización aggiornada y en otra
etapa (con un salto cualitativo informático) del "Cacerolazo" que derrocó
institucionalmente a Fernando de la Rúa en Argentina, y de la "rebelión de los
jóvenes" que derrocó de la misma manera a Lucio Gutiérrez en Ecuador.
A casi una semana de su nacimiento en
España, ya tenemos la primera señal (y el primer emergente) de un beneficiario
claro de la "protesta de los indignados" en las urnas: El Partido Popular
arrasó electoralmente el domingo al PSOE, el partido en el gobierno.
Así como el "Cacerolazo"
argentino (un sucedáneo histórico de las "revueltas populares") derrocó
sin un golpe de Estado militar al Partido Radical (gobierno de De La Rúa) e
instaló al Partido Justicialista (gobierno de Duhalde) la "protesta de los
indignados" ya arrojó claramente un beneficiario en el campo político.
Históricamente, estas herramientas de
movilización y protestas masivas como la que está funcionando en España, atacan
al "empleado" (los políticos) y preservan los intereses del "patrón"
(El Estado y el sistema capitalista), sirviendo funcionalmente como
instrumentos de "golpes democráticos-institucionales" por medio de los
cuales los grupos del poder local definen su interna electoral y su guerra por
el control del gobierno y del mercado interno.
D)
El nuevo teatro de operaciones
Desde el principio situamos
claramente la operatoria funcional del nuevo sistema de movilización masiva con
las "protestas populares" y señalamos que responde a objetivos diferenciales
según el país y el contexto social y político en que se la aplique.
Precisamos que se trata de una nueva
herramienta de movilización y manipulación de conducta social (orientado y
detonado desde técnicas de guerra psicológica) presentado como si fuera un "fenómeno
espontáneo" de las redes sociales en Internet.
No se trata de "ingenuidad militante"
ni de nueva "conciencia social" despertada súbitamente, sino de un
proceso inducido, estudiado y aplicado desde estrategias y técnicas pulidas de
la comunicación de masas que la CIA y los servicios de inteligencia vienen
desarrollando en el teatro de operaciones de Internet y de las
telecomunicaciones por celular.
Más allá de que se la llame
"revuelta popular", "revolución naranja", "primavera árabe" o "protesta de
los indignados" su estrategia, tácticas operativas y estructuras funcionales no
varían en su implementación, salvo el objetivo político que se amolda de
acuerdo a las necesidades locales del país y la sociedad en que se lo aplique.
E)
La Guerra de Cuarta Generación
Para entender lo que hay detrás (el
objetivo y los actores encubiertos) de lo que hoy se presenta mediaticamente
como "rebeliones espontáneas" contra diferentes gobiernos, hay que bucear
en los manuales de la
Guerra de Cuarta Generación (Fourth Generation Warfare - 4GW), que es
el término usado por los analistas y estrategas militares para describir la
última fase de la guerra imperialista de conquista, en la era de la
tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas.
El desarrollo tecnológico, telecomunicacional e informático, la
globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública
mundial, convirtieron a la Guerra Psicológica mediática en el arma
estratégica dominante de la
4GW,
a la que se agregó una variante "contraterrorista" tras los ataques
explosivos del 11-S en EEUU.
En su desarrollo
mediático-social, los jefes y oficiales de Estado Mayor de la Guerra
Psicológica (4GW) ya no son militares, sino expertos comunicacionales
en insurgencia y contrainsurgencia, que sustituyen a las operaciones militares
por las operaciones psicológicas (OPS).
Ya no desarrollan sus planificaciones
en unidades o cuarteles militares, sino en laboratorios encubiertos de
comunicación estratégica donde se diseñan los planes de Guerra Psicológica a
ser ejecutados a través de las grandes estructuras mediáticas de comunicación masiva
y las redes de la Internet
infiltradas por la inteligencia de la OPS.
De esta manera, y a partir del 11-S
norteamericano, la "Guerra Psicológica" (con su variante la "Guerra
Contraterrorista") conforma la columna vertebral estratégica de la
Guerra de Cuarta Generación, con los Medios de Comunicación y las redes
informáticas
convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.
La Guerra Psicológica conforma
el estadio superior de las estrategias de control y dominación ensayadas hasta
ahora por los sistemas imperialistas (dominación del hombre por el hombre) que
se fueron sucediendo hasta llegar al sistema capitalista.
En la Guerra Psicológica (columna
vertebral de la Guerra de Cuarta Generación, sin uso de armas) las operaciones
con unidades militares son sustituidas por operaciones con unidades
mediáticas.
La Guerra Psicológica, a su vez, nace
en un particular estadio del capitalismo caracterizado por una revolución en
el campo de las ciencias sociales y de la comunicación estratégica.
Dicha revolución se complementa con
una revolución en el campo de la tecnología de las comunicaciones y de la
informática, creando las bases para una comunicación estratégica
globalizada basada en principios científicos.
A su vez las técnicas científicas de
comunicación, potenciadas a escala masiva y planetaria por los grandes
conglomerados mediáticos del capitalismo, crearon las bases para su utilización
en estrategias de manipulación y de control social desarrolladas a partir
de los objetivos de la dominación imperial-capitalista.
Esta situación creó las bases
operativas y estratégicas para el control y dominio de las sociedades y
países, sin recurrir a la utilización de la guerra militar.
De esta manera (y con pocas
excepciones como las zonas de conflicto y de ocupación militar), la actual
guerra imperialista por apoderamiento de mercados y países ya no se
desarrolla en el plano de la conquista militar-territorial, sino en el plano de
la conquista psicológica-social instrumentada mediaticamente.
F)
El nuevo teatro de operaciones (el blanco es el
cerebro)
Como en la guerra militar, un
plan de guerra psicológica está destinado a: aniquilar, controlar o
asimilar al enemigo.
La guerra militar y sus
técnicas se revalorizan dentro de métodos científicos de control social,
y se convierten en una eficiente estrategia de dominio sin el uso de las
armas.
A diferencia de la Guerra Militar
convencional, la Guerra de Cuarta Generación no se desarrolla en teatros de
operaciones visibles.
No hay frentes de batalla con
elementos materiales: la guerra se desarrolla en escenarios combinados, sin
orden aparente y sin líneas visibles de combate, los nuevos soldados no usan
uniforme y se mimetizan con los civiles.
Ya no existen los elementos de la
acción militar clásica: grandes unidades de combate (tanques, aviones,
soldados, frentes, líneas de comunicación, retaguardia, etc).
Las bases de planificación militar
son sustituidas por pequeños centros de comando y planificación clandestinos,
desde donde se diseñan las modernas operaciones tácticas y estratégicas a
desarrollarse en los medios de comunicación y el
campo de Internet y la telefonía celular, factores claves
de la movilización de conducta masiva.
Las unidades de Guerra Psicológica
son complementadas por Grupos Operativos, infiltrados en el campo de la
política y de la población civil
con la misión de detonar hechos de violencia y conflictos sociales.
Las tácticas y estrategias
militares, son sustituidas por tácticas y estrategias de control social,
mediante la manipulación informativa y la acción psicológica orientada a
direccionar conducta social masiva con la Internet y los teléfonos celulares
jugando como ejes inductores y concentradores.
Los blancos ya no son físicos
(como en el orden militar tradicional) sino psicológicos y sociales. El objetivo
ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares,
soldados, infraestructuras civiles, etc), sino al control del cerebro humano.
Las grandes unidades militares
(barcos, aviones, tanques, submarinos, etc) son sustituidas por un gran
aparato mediático compuesto por las grandes redacciones y estudios de radio
y televisión.
El bombardeo militar es sustituido
por el bombardeo mediático: Las consignas y las imágenes sustituyen a las
bombas, misiles y proyectiles del campo militar.
En la Guerra sin Fusiles, la Guerra
de Cuarta Generación (también llamada Guerra Asimétrica), el campo de batalla ya
no está en el exterior, sino dentro de las mentes.
Las operaciones ya no se trazan a
partir de la colonización militar para controlar un territorio, sino a
partir de la colonización mental para controlar una sociedad.
El objetivo estratégico ya no
es el apoderamiento y control de áreas físicas (poblaciones, territorios, etc.)
sino el apoderamiento y control de la conducta social masiva.
Las unidades tácticas de combate
(operadores de la guerra psicológica) ya no disparan balas sino
consignas direccionadas a conseguir un objetivo de control y manipulación de
conducta social masiva.
G)
El nuevo Objetivo estratégico
(La función de la Guerra Psicológica)
(La función de la Guerra Psicológica)
Los nuevos proyectos geopolíticos de
conquista imperialista en la era trasnacional de las comunicaciones requieren de
sofisticadas estrategias de Guerra Psicológica para su imposición sin el uso
de las armas.
Los fines prescriptos por la
estrategia de dominación con la Guerra Psicológica son los mismos que se
utilizan con la guerra militar: dividir, atomizar, controlar al
individuo-masa de las sociedades dependientes (el AP). Es la lógica de
Maquiavelo aplicada por medios científicos y tecnológicos.
La Guerra Psicológica librada en el
plano de la comunicación estratégica y de las grandes estructuras mediáticas
(los nuevos ejércitos de conquista) no se hacen por la conquista misma, sino en
la búsqueda de un objetivo estratégico orientado en los intereses económicos de
las potencias y las trasnacionales capitalistas.
La función de la Guerra Psicológica
imperial-capitalista actual se orienta en tres objetivos claves:
1) Conquista de mercados
emergentes (sociedades y países periféricos), mediante la imposición de la
"cultura consumista" nivelada y globalizada por los medios masivos de
comunicación, actuando sobre la psicología del hombre AP convertido en
individuo-masa.
2) Control y dominación social
(en los países dependientes), orientado a la represión y/o neutralización de
conflictos sociales que amenacen el desarrollo de los planes empresariales y la
acumulación y expansión de la ganancia capitalista trasnacional.
3) Disputas ínter-potencias por
los mercados, destinada a sustituir a la guerra militar por áreas de
influencia (también por conquista de mercados) enterrada con la guerra Fría.
E)
El frente mediático
Una plan de Guerra Psicológica, no
se hace con soldados y armas militares sino con medios de comunicación e
individuos masificados (los AP) nivelados universalmente por los mismos
estereotipos culturales y sociales.
El mensaje mediático a escala
globalnivela y masifica al individuo universal en una sola frecuencia
comunicacional.
La realidad es sustituida por la
percepción de la realidad a través del mensaje mediático-periodístico
convertido en consignas, eslóganes y títulos, antes que en pensamiento
reflexivo totalizado.
A través de la manipulación
psicológica y el control ideológico, la sociedad civil, el individuo-masa
suplanta a los soldados militares en el campo de batalla.
En la Guerra Psicológica, la
potencia de fuego del soldado militar es sustituida por la potencia
social del individuo-masa con su conducta manipulada hacia objetivos de
control y dominación social, fijados por el capitalismo trasnacional para
conquistar mercados y controlar a las sociedades consumistas.
Manipular, controlar, y convertir a
este individuo-masa en potencia social direccionada con fines de control y
dominio político-social es el objetivo estratégico clave de la Guerra
Psicológica de última generación.
La guerra por el dominio y control de las sociedades y de las mentes,
sólo se produjo a partir de la
interacción funcional de la tecnología (medios de comunicación) y de la
informática (electrónica y computación) orientada a un objetivo de
control y dominio mediante una estrategia comunicacional.
El factor mediático (medios de
comunicación, electrónica y computación, y estrategias comunicacionales)
posibilitó que la guerra por el control y el dominio imperial capitalista tocara
su máximo estadio de desarrollo estratégico: la Guerra de Cuarta Generación.
En resumen, en la Guerra de Cuarta
Generación se contienen las técnicas y estrategias operativas
direccionadoras de conducta colectiva que subyacen detrás de lo que ingenuamente
se conoce como "protestas populares espontáneas" que las grandes cadenas
mediáticas imperiales instalan como una verdad aceptada a escala global.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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